Animalshealth.es 16/07/2019 Muchos mosquitos de la familia de los culícidos, como los mosquitos de los géneros Culex y Aedes, son los responsables de la transmisión de enfermedades globales como la fiebre del dengue, del Zika, del chikungunya y la fiebre del virus del Nilo occidental. Recientemente, en un estudio publicado por investigadores españoles se advierte del riesgo de que estos mosquitos vectores desarrollen resistencia a los insecticidas, y se llama a una vigilancia entomológica continua. Según indican desde el Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA), la medida más efectiva de controlar los mosquitos vectores de enfermedades es vigilar y eliminar sus lugares de cría. Sin embargo, cuando se produce un brote epidémico de alguna de estas enfermedades en una región, zona o ciudad, puede ser necesario aplicar insecticidas en aerosol o spray para erradicar los mosquitos adultos de la zona y frenar o evitar la propagación de la enfermedad. RIESGO DE RESISTENCIA Las aplicaciones de estos productos en una zona exterior sólo se realizan en casos extremos, ya que los insecticidas, además de matar a los mosquitos que interesan, también pueden afectar a otras especies de insectos que son beneficiosas para el medio ambiente si no se utilizan correctamente.
Por otra parte, no deja de ser un producto nocivo para las personas, por lo que estos tratamientos se hacen en condiciones altamente controladas. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) permite el uso de cuatro tipos de insecticidas para eliminar los mosquitos en caso de brotes epidémicos: los piretroides (permetrina, deltametrina y cihalotrina), los carbamatos (bendiocarb y propoxur), los organofosfatos (pirimifos-metil) y los organoclorados (DDT). Este último, actualmente no está en uso en la Unión Europea, por eso sólo se utiliza en espacios interiores y principalmente en el control de la malaria. Algunos de estos insecticidas también son conocidos en otros ámbitos del control de insectos, por ejemplo, en el control de plagas agrícolas, plagas urbanas o en los humanos en el caso de la pediculosis, provocada por los piojos. En el caso de los mosquitos, los insecticidas que más se utilizan son los piretroides. Sin embargo, cuando se utilizan los insecticidas hay un riesgo muy elevado de que los animales desarrollen resistencias a estos productos con el paso del tiempo, y esto puede suponer un problema importante para la salud pública, apuntan desde el IRTA-CReSA. INSECTOS RESISTENTES Las resistencias se producen cuando una población de insectos adquiere la capacidad de tolerar una dosis de un producto que, originalmente, era letal para la población del insecto. Actualmente, se desconocen cuáles son las dosis exactas que hacen que las diferentes especies o géneros de mosquitos se vuelvan resistentes a algunos insecticidas. …seguir leyendo en AnimalsHealth.es